Bagels

Desde casi que empecé con este blog-recetario he visto en redes sociales los bagels, estos panecillos típicos de las pelis americanas pero cuyo origen está en Polonia. Son unos bollitos redondos con un agujero en medio y que suelen ir cubiertos por semillas de sésamo, adormidera o sal en escamas. Pero también los encontraréis sin nada por encima, yo los he preparado así.

Es una masa muy fácil de trabajar a la que en mi receta le he añadido un 30% de MM (masa madre) para darle sabor y carácter al panecillo.

Estos panecillos al igual que los pretzels se bañan en agua hirviendo con una cucharadita de bicarbonato sódico. En esta ocasión no los he bañado y han quedado igual de bonitos. También tengo publicada la receta de los pretzels suaves que al igual que esta van bañados antes de ir al horno.

Tenía muchas ganas de comerme unos deliciosos bagels, y rellenarlos con salmón y queso crema, que me encanta. Para que no quedaran muy"morenos" los pincelé con huevo más una cucharada de agua. Resultó perfecto, si queréis añadir sésamo u otras semillas se añadiría cuando lo pincelamos con el huevo.

Como véis en las fotos, queda una miga prieta, con alveolos pequeñitos y un tostado perfecto por fuera. Como consejo os diré, que aunque le hice un señor agujero en el centro y le puse un canuto de papel de aluminio, al introducirlos en el horno no se lo quitéis, pues os pasará como a mí, que casi se me cierran los agujeros. Haced agujeros generosos de unos cuatro centímetros de diámetro.

Se rellenan prácticamente de lo que uno quiere, queso crema, salmón, carne, quesos, patés...

Nota: si los queréis hacer el mismo día entonces aumentar la cantidad de levadura a 15 gramos.

y esperar a que duplique su volumen antes de desgasificar y cortar las piezas.

Elaboración:

Para la elaboración de estos bagels, el día anterior alimenté a mi masa madre cada 12 horas para tenerla bien activa. Si no tenéis MM, pues no pasa nada os saldrá igual de bien.

En un bol pequeño desleímos la levadura en un poco de agua tibia.

En otro bol grande pondremos todos los ingredientes más la MM y la levadura disuelta en el agua.

Aún no incorporéis la mantequilla.

Empezamos a amasar integrando bien todos los ingredientes. Amasamos 3 minutos y reposamos la masa tapada con el bol otros tres. Volvemos a repetir esta acción hasta que la masa esté lisa y homogénea, no debemos ver "venas" en ella, esto significará que aún no está el gluten desarrollado.

Después de 4 o 5 tandas de amasado y reposo nuestra masa ya debe estar lista para incorporarle la mantequilla en pomada. Abriremos la masa con las manos y colocaremos la mantequilla. Ahora tendremos que empezar de nuevo a amasar para integrar perfectamente la mantequilla. Lo que significa que volveremos a hacer los amasados y los reposos de la masa hasta que esta esté lisa, brillante y no se nos pegue a las manos.

Ahora dejaremos reposar la masa tapada con un paño de algodón, lino o film transparente en la nevera hasta el día siguiente. Lo sacaremos de la nevera y esperaremos a que coja temperatura la masa, dependerá de la temperatura de vuestra cocina, pero no más de 15-20 minutos.

A continuación desgasificamos y vamos haciendo porciones de 90-100 gramos y boleándolas sobre la mesa de trabajo. Les haremos con el dedo un orificio en el centro y los dejaremos descansar unos minutos tapados, volveremos a agrandar el orificio con cuidado y colocaremos en el centro unos canutillos que nos ayudarán a que no se cierren durante el horneado. Yo unté los canutillos con aceite, y los hice utilizando como molde una bobina de hilo.

Ahora sí, los dejamos en un lugar fuera de corrientes y tapado como antes, hasta que crecen casi el doble. Yo los dejé en dos bandejas de horno tapados con film transparente.

En una olla grande poner abundante agua y una cucharada de bicarbonato sódico, echar con cuidado los bagels y hervirlos 1 minutos por cada lado.

A continuación y con el horno precalentado a 200º C los pincelamos con el agua más el huevo y los metemos a hornear de 15 a 18 minutos.

Llevarlos a una rejilla y esperar a que se enfríen para abrirlos y rellenarlos.

Buen provecho.