Bizcocho de peras y nueces

Hacía ya bastantes días que no publicaba ninguna receta dulce (creo que he terminado un poco empachada estas navidades), así que he pensado que ésta sería perfecta para retomar mi afición por la repostería.

Es un postre muy fácil, con productos de temporada y con un sabor que os sorprenderá. Yo fuí la primera sorprendida, ya que al llevar salvado de trigo pensé "esto tiene que estar mazacote, mazacote". Pero no, al cortar el primer trozo mi opinión cambió radicalmente. Es un bizcocho húmedo, tierno y al que las nueces le van de maravilla. Rezaba cada vez que le daba un mordisco a mi bizcocho para que me tocara un buen trozo de nuez, je je.

La receta la encontré en el librito de Anne Wilson 'Muffins & Scones', modificando algunas cantidades. Y de mi cosecha propia le he añadido un glaseado, al que le he dado un toque de verde recordando el color de las peras. La decoración de las flores la he hecho con fondant.

Bueno ya no me enrollo más, sólo animaros a preparar este riquísimo bizcocho.

Elaboración:

Empezamos por pelar y descorazonar las peras. Las cortamos en trozos no muy pequeños. En una fuente ponemos las peras troceadas, la leche, los huevos batidos, el salvado de trigo y la esencia de vainilla.

Mezclamos todo bien y dejamos reposar unos 10 minutos. Más o menos mientras preparamos el resto de ingrediente. Tamizamos la harina de repostería Santa Rita con el bicarbonato y la levadura.

Precalentamos el horno a 180º C.

Incorporamos el azúcar y la nuez moscada. Agregamos la mantequilla y la frotamos con los sólidos hasta obtener una consistencia 'migosa'.

Incorporamos los ingredientes húmedos que teníamos reposando y mezclamos bien. Incorporamos las nueces troceadas y lo vertemos en un molde rectangular. El mío mide 35 cm.

Horneamos a 180Âª C durante aproximadamente 40 minutos. Esto dependerá del tamaño de vuestro molde, para comprobar que está hecho pinchar con un palillo y si sale limpio nuestro bizcocho ya está listo.

Ahora preparamos la cobertura mezclando el azúcar lustre con la nata y el agua. Yo he usado nata con un 35,1 % de m.g., la de montar. Incorporamos un poco de colorante verde y ya está.

Cuando el bizcocho esté frío lo depositamos en una rejilla con una fuente plana debajo y vamos echando la cobertura con una cuchara. Si os queda muy líquida incorporar más azúcar lustre a la mezcla. Así agarrará mejor encima del bizcocho.

Una vez que la cobertura ya no chorree pasamos el bizcocho a una fuente, esta es el modelo Banquet Azul de Maisons du Monde. ¡Me encanta!