Glasa
Para la noche más terrorífica del año os propongo unos tiernos y esponjosos bizcochitos para la merienda. Fantasmas, calabazas, murciélagos o calaveras pasarán por casa por unas horas para recordarnos que es día de difuntos.
Y nadie como los americanos para sacarle partido a esta fecha; fiestas, disfraces, caramelos, aterradoras máscaras y un sinfín de productos relacionados con el más alla. Aunque he de confesaros que lo que a mí de verdad me aterroriza, es la próxima factura de la luz, con tantas veces como estoy encendiendo el horno este mes, je, je. Seguro que a más de una le pasa como a mí, ¿a que sí?
Yo también he sucumbido a la celebración y me he puesto manos a la obra para preparar estos increíbles bizcochos glaseados para la merienda.
Mi hija pequeña no ha podido resistirse y nada más hacer las fotos se ha comido algún diente de las calabazas, ahora más que miedo dan risa. En fin, menos mal que estos dientes son de fondant y no de porcelana!
Elaboración:
Mezclar la mantequilla derretida con el azúcar. Incorporar un huevo hasta su total integración y luego el otro.
Incorporar ahora el caramelo y el jengibre rallado.
Tamizar la harina con el bicarbonato y la levadura. Añadir a nuestro bol la mitad de la harina y remover. Añadir la leche y el resto de la harina, sin batir en exceso.
Engrasar nuestros moldes y repartir la masa en ellos por igual. Precalentar el horno a 170º C y hornear durante 15-17 minutos.
Cuando estén fríos decoraremos con una glasa espesa, para que se adhiera bien y fondant negro para los detalles.
Con la cantidad que tenemos nos saldrán unos 7 fantasmagóricos bizcochitos.
Happy Halloween!
Introduce tu email (imprescindible)
Asunto
Comentario
Introduce el email de tus amigos (obligatorio)