Cheesecake brownies

Siempre que he probado un brownie ha sido en un restaurante, me encanta, sobre todo con un buen helado de vainilla al lado. Nunca lo he preparado en casa, pues me parecía difícil y laborioso, pero nada más lejos de la realidad, es muy fácil prepararlo y una gozada comerlo viendo una buena pelicula.

La perfecta presentación para este postre la he encontrado en la vajilla desechable para catering de Araven, modelo Omami, en la que mi cheesecake brownie luce de lujo sin tener que preocuparme de fregar después.

Como acompañamiento, un estupendo té verde de mango y fruta de la pasión de Bebe-té, una combinación perfecta para mi merienda que, además, aporta antioxidantes, vitaminas y energía. Está delicioso, en su tienda on-line encontraréis muchas otras variedades.

Su preparación es bastante sencilla aunque el tiempo que debemos emplear para prepararlo es un pelín largo, ya que ha de congelarse la masa del brownie para poder añadir la del cheesecake. Pero merece la pena.

Salen unas 25 porciones que yo acompañé de una mermelada de limón, pomelo y naranja perfecta para el brownie, ya que le aporta un sabor ácido que contrasta muy bien. La encontraréis también en Bebe-té.

Elaboración:

Empezaremos a preparar nuestro brownie derritiendo la mantequilla en el microondas, en un recipiente grande. A continuación incorporamos el chocolate en trozos sobre la mantequilla caliente, vamos moviendo hasta que se disuelva por completo. Mientras más pequeños sean los trozos de chocolate antes se derretirá.

Incorporamos el azúcar moreno y el azúcar blanco. Yo utilicé la batidora para asegurarme de que no quedaban granos de azúcar enteros. Batimos los huevos y los incorporamos a la mezcla. Por último añadimos la harina, poco a poco, ayudándonos con una varilla.

Verter en un molde (de 22x22 cm en mi caso) untado con mantequilla procurando que su superfície quede lo más plana posible. Meter en el congelador un par de horas o toda la noche como hice yo.

Ahora preparamos la crema de queso, la 'cheesecake'. Batimos los huevos con el azúcar con la batidora. A continuación incorporamos la crema de queso Philadelphia y mezclamos bien. También utilicé la batidora.

Precalentamos el horno a 180º C.

Sacamos el brownie del congelador y vertemos encima nuestra crema de queso.

Bajamos el horno a 165º C y horneamos nuestro pastel durante 45 minutos. Comprobar que esté hecho el pastel al final de la cocción con un palillo -tiene que salir el palillo limpio-.

Esperar cinco minutos y decorar con hilos de chocolate caliente. Yo puse el chocolate en un biberón de decoración. Para sacar este dibujo pasé un palillo 'peinando' las líneas de chocolate.

Esperar a que esté templado para desmoldar. Refrigerar media hora y meter en el congelador 20 minutos antes de cortarlo con un cuchillo caliente (una buena fórmula es utilizar agua caliente).

Confío en que os guste este postre y lo disfrutéis en buena compañía. Si lo ponéis en práctica me gustará leer vuestras opiniones en la parte de comentarios, las leo siempre!

Nota: El tiempo de preparación es orientativo ya que no incluyo el tiempo de congelado.