Crema de champiñones

Mi mundo de las cremas es muy amplio, me encantan, verdes, naranjas, blancas, todas me gustan. La última en colarse en mi cocina ha sido esta crema de champiñones, desde hace un par de años se ha unido a la lista de las 10 cremas preferidas en casa.

El champiñón es un excelente alimento, recomendado en dietas de adelgazamiento, asiduo en las cocinas de los vegetarianos, cocina raw y por supuesto en la mía. Me encanta el champiñón, no os puedo decir desde cuándo lo como porque no me acuerdo. Siempre ha estado presente en mi dieta. Mi madre lo introdujo crudo en las ensaladas y me encantaba, siempre andaba buscando los trocitos que se quedaban pegados en las paredes de la ensaladera.

Los champiñones contiene zinc y selenio y son ricos en potasio, por lo ayudan a eliminar líquidos. También son fuente de vitaminas del grupo B, necesarias para el correcto funcionamiento del sistema nervioso además contribuyen a realizar una buena digestión gracias a su aporte de fibra soluble. Es un alimento, un hongo, remineralizante de suave sabor y muy fácil preparación, por lo que ya no tenéis excusa para usarlos en vuestra cocina. ¡Vamos!

Al ser un producto fresco, cortado, lavado y envasado su consumo está alrededor de los 5-6 días. Transcurrido este período comienzan a ponerse de color pardo y perder su precioso color blanco, debido a la oxidación.

Elaboración:

Lavar, quitar la piel y cortar en láminas los champiñones. Pelar la patata y partirla en trozos pequeños, así tardará menos en cocer.

Echar la mantequilla en la cazuela y derretirla, a continuación incorporar los champiñones y la cebolla cortada en láminas, rehogarlos un par de minutos. Incorporar la harina y remover bien, no seáis generosos con la harina, si no, quedará una crema demasiado espesa. Añadir la patata y cubrir con la leche y el agua. Añadir la pastilla de caldo, la pimienta y la sal.

Hervir de 10 a 15 minutos o hasta que la patata esté tierna.

Triturar y servir. Si queréis un toque original, podéis hacer láminas de champiñón que pasaremos por la sartén untada con mantequilla hasta que adquieran un tono dorado y añadírselo a la sopa, como veis en mis fotos.