¿Buscando un postre sencillo y diferente que ofrecer a tu familia, amigos o para darte un capricho? Pues esta crema quemada de coco es la perfecta elección, o por lo menos a todos los que nos gusta el coco. Su textura es muy ligera, no es ni flan ni natillas, es mucho más aérea ya que las yemas y el huevo se baten hasta que la crema hace picos.
Esta deliciosa crema la he sacado de uno de mis libros, Cremas y flanes de Cocina Ideal, que trae unos postres sencillos pero riquísimos. Sin duda tengo que hacer más postres de este libro y por supuesto que los tendréis aquí con fotos del paso a paso y mis comentarios.
Esta crema ya os puedo decir que está espectacularmente buena, a mi hijas también les ha gustado sobre todo poner un buen puñado de azúcar encima de la crema y quemarla (bajo mi ojo avizor) con el soplete, que por cierto ha sido el último artilugio que ha entrado en mi cocina. Y... claro había que estrenarlo.
Al igual que en mis últimas entredas este postre lo podéis tener preparado con antelación y solo tendréis que quemar la crema antes de servirlo, además es desestresante y guay, eso de usar el soplete me ha gustado muuucho.
Elaboración:
Batir con las varillas eléctricas a punto de relieve (hasta que hace picos) el azúcar con el huevo y las yemas, que deberán estar a temperatura ambiente, por lo cual os recomiendo que los saquéis una hora antes de la nevera.
Deberá quedar una mezcla cremosa y blanquecina. Aproximadamente os llevará unos 4-5 minutos. Calentar la leche de coco con la vainilla y la nata hasta que comience a hervir. Dejar que se temple y verter con cuidado sobre los huevos. Añadir el ron Barcardí y dos cucharadas de coco rallado.
Poner la mezcla en un cazo y a fuego moderado remover sin parar hasta que comience a espesar. Yo lo hice en el número 5 de mi vitrocerámica, y es muy importante que la crema no hierva, si no, se cortará.
Verter en los recipientes que hayamos elegido, preferiblemente de boca ancha para poder quemarlos con facilidad.
Dejar reposar una vez tibios en la nevera al menos dos horas. Antes de servirlos rociarlos con una cucharada de azúcar cada crema y quemarlos con un soplete o quemador eléctrico especial de cocina. Por último poner un poco de coco rallado en el centro de nuestra crema y servir.
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