Crepes de trigo Sarraceno

Llevo bastante tiempo viendo por estos mundos de Internet que ahora la moda de hacer galette o crêpes al estilo Bretonne no para. Y yo, que soy una cocinillas curiosa, me he puesto a indagar sobre este plato que tantas fotos y tan bonitas nos ofrece en cualquier red social.

No he estado en la Bretaña francesa, pero ahora que he probado esta crepe y sabiendo que la rellenan de mil cosas, estoy deseando visitarla.

La elaboración de esta masa es igual a la de las crepes dulces que estamos acostumbrados a comer en España, pero la diferencia de sabor que le da el trigo Sarraceno es importante. A mí me ha gustado mucho, me he comido una crep a pellizcos, ja ja ja. No lo he podido evitar.

El trigo Sarraceno, no es un cereal propiamente dicho, si no un pseudocereal, con lo cual no contiene gluten, lo que lo hace ideal para utilizar por los celíacos. El único inconveniente es su precio, que es alto, pero bueno, para daros un capricho o sorprender a vuestros invitados con estas deliciosas crepes merece la pena.

Al no llevar gluten no quedan manejables, se rompen fácilmente, con lo cual yo he añadido un poco de harina de trigo normal, para dar esa elasticidad que necesitaba para poderlas doblar.

Pero perfectamente podéis eliminar el trigo normal y hacerlas solo con Sarraceno.

Hice las crepes para la cena y hoy las hemos desayunado en versión dulce, ya que sobró masa, y os diré que hoy después de reposar toda la noche en la nevera sí hacían las burbujitas en la masa cuando las he echado en la sartén. Así que es cuestión de gusto, con o sin agujeros. Me recuerdan mucho a los crepes marroquís de los mil agujeros, a los Baghrir, que tras un reposo empiezan a salir agujeros a la masa cuando se está haciendo en la sartén, es muy bonito.

¡No os perdáis la siguiente receta que tengo preparada con estos crepes! Las riquísimas galettes Bretonnes

Elaboración:

Ponemos el agua mineral, el huevo, la sal, el pellizco de pimienta y por último el trigo Sarraceno y el trigo normal en un cuenco y los batimos todo hasta que quede una crema ligera y sin ningún grumo.

Lo tapamos y dejamos reposar en la nevera al menos una hora.

Pasado este tiempo removemos con una cuchara la masa y ponemos al fuego una crepera o una sartén, yo no tengo crepera así que como véis también sale bien en una sartén grande, la mía es de 28 centímetros.

Ponemos un poco de mantequilla retirando el exceso con una servilleta de papel y echamos un cazo de masa. Repartimos rápidamente la masa por la superfície y esperamos a que los bordes se levanten, le damos la vuelta con una espátula de silicona y dejamos que se haga por la otra cara un minuto.

Sacamos a un plato y seguimos así preparando el resto de la masa.

Las podéis acompañar de queso, jamón de York, salchichas, cebolla, lechuga, o como yo en la versión dulce con crema de chocolate con avellanas. De cualquier forma queda riquísima.