> Arroces
Ingredientes:
- 275 gr. de arroz hervido (de sobras)
- 80 gr. de mezcla de 4 quesos rallados
- 1 huevo M
- 15 gr. de mantequilla pomada
- 1 cda. de fécula de maíz
- 65 gr. de cebolla
- 1/4 cdta. de pimienta negra molida
- 1 rama de perejil grande
- Sal
- Aceite de oliva virgen extra para freirlas
- 1 huevo L para rebozarlas
Croquetas de arroz y queso -croquetas de aprovechamiento-
¿Qué hacer con el arroz que te sobró el otro día cuando calculaste mal las cantidades que os íbais a comer?
Esa más o menos fue mi pregunta cuando hice más arroz del que nos comimos al preparar un arroz tres delicias.
El arroz llevaba ya dos días dando tumbos en mi nevera y no quería tirarlo o hacerlo con mantequilla y ajo como muchas otras veces. Se me pasó por la cabeza hacer hamburguesas vegetarianas pero mi última experiencia con ellas fue un fracaso total, así que no, pensé en añadirlo a un caldo, pero no me apetecía caldo. Y entonces dí con la solución, las croquetas nos gustan a todos y me solucionaba la cena.
¿Habéis preparado alguna vez croquetas de arroz?
Me gustará ver vuestras fotos, las podéis compartir conmigo en mi correo lacocinadevirginia@gmail.com
Elaboración:
Mezclar todo en una fuente grande (la cebolla y el perejil irán cortada en brunoise, es decir, como si fuera comida para los Playmobils). Tendrá que tener una textura que podamos apretar en la mano y darle forma de croqueta, si sois de usar cuchara para estos menesteres, pues perfecto, yo no me hago con cucharas.
En un bol batir el huevo y en otro poner pan rallado para croquetas (quedarán más crujientes). Pasar las croquetas por el huevo y luego por el pan rallado.
En una sartén poner suficiente aceite para cubrir por la mitad las croquetas y calentar. Con el aceite a unos 180º C, en cristiano, antes de que empiece a humear. Podéis probar con una bolita de croqueta para comprobar si está bien caliente. Pues cuando el aceite esté bien caliente ir echando las croquetas y dorarlas por ambos lados.
Sacar a un plato con papel absorvente y esperar, si podéis a hincarle el diente sin quemaros el cielo de la boca, ufff, difícil, pero no imposible.
