> Verduras y hortalizas
Ingredientes:
- 3 hojas de col Kale (70 gr. aprox.)
- 2 dientes de ajo.
- 60 gr. de harina de maíz Maizena.
- 500 ml. de leche.
- Un poco de pimienta molida.
- Un poco de nuez moscada recién rallada.
- 2 huevos.
- 60 gr. de mantequilla.
- 2 sobres de preparado para rebozar sin gluten.
- Sal.
- Aceite de oliva virgen extra para freirlas.
Croquetas de col Kale (SIN GLUTEN)
Hace aproximadamente unos cinco o seis meses que empezaron a traer la col Kale o col rizada a la tienda donde suelo comprar las frutas y verduras. Ya en su día, el dependiente me animó a probarla contándome todas las virtudes que tenía su consumo, pero en aquel momento su precio me pareció caro.
La verdad es que era muy bonita, de un color verde intenso y preciosas hojas rizadas, pero pensé, bueno, otra col más con sabor a col. Para nada, cuando la he probado en casa, primero frita y luego en esta elaboración que hoy os enseño, me ha encantado. Mis hijas sabían que mamá había cocinado con alguna verdura, pero nunca hubieran adivinado que aquello verde era col. Verdura que no es de la devoción de ningún niño y de muchos adultos, ¿eh?. Pero es que así es tannn fácil de comer, que las croquetas desaparecen en un santiamén del plato.
Entre sus propiedades destacan su aporte en calcio (más que la leche), su alto aporte en vitaminas A y K (que nos ayudan a tener mejor visión, piel o coagulación sanguínea) y su contenido en hierro, que es superior al de la carne, además de contener propiedades anti-inflamatorias y antioxidantes. Por si esto no os ha convencido además ayuda a prevenir el cáncer (sin olvidar la práctica de ejercicio regularmente), regula el colesterol o sacia nuestro estómago cuando estamos realizando dietas para perder peso.
Admite una gran cantidad de preparaciones, en guisos, ensaladas, zumos o salteados. La primera vez que la probé, se me ocurrió echarla en la sartén con aceite caliente. Una delicia, lo único malo es que no quedó un centímetro de mi cocina que no tuviera una salpicadura de aceite (incluida yo). Es como cuando echamos perejil en aceite bien caliente, se mancha toda la vitrocerámica en menos que canta un gallo. Así que aunque estaba deliciosa no se me ha vuelto a ocurrir de hacerla así. Ni siquiera pasándola por harina, que también lo probé, sí, y de nuevo me ensució todo de aceite :-( Yo ahí erre que erre.
Como nos gustó su sabor pensé que debía de estar buenísima en unas croquetas. Y dicho y echo. Están riquísimas y en esta ocasión las he preparado sin gluten para que si tenéis a alguien en casa con intolerancia al gluten también las pueda comer. Como anécdota os contaré que llamé al teléfono de Central Lechera Asturiana, para preguntarles si su mantequilla llevaba gluten, no pude hablar con ellos en el momento ya que tenían todas las líneas ocupadas, pero horas más tarde me devolvieron la llamada y me dijeron que su mantequilla no lleva gluten. Muy bien por el servicio de atención al cliente :-)
Espero que os guste la receta y me contéis si desaparecieron todas del plato en un momento o no. Un besote a todos y gracias por seguirme una receta más.
Elaboración:
Empezaremos por lavar bien las hojas de col Kale a las que les quitaremos el tronco ya que está más duro y no nos hace falta. En un recipiente alto, el vaso de la batidora, por ejemplo, pondremos la mitad de la leche con la sal, la harina de maíz y la col troceada con las manos. Trituraremos todo con cuidado de que no se salga del recipiente.
En una sartén pondremos la mantequilla de
Central Lechera Asturiana y doraremos los ajos troceados bien pequeños. A continuación echaremos el triturado, la pimienta molida y el pellizco de nuez moscada recién rallada, como os muestro en la foto.
Empezaremos a cocinar nuestra masa con ayuda de una cuchara de madera, sin parar de remover. Alrededor de unos siete minutos a fuego moderado.
Echaremos la masa en un plato grande procurando que tenga el mismo grosor por toda la superficie. Esto es simplemente para que se enfríe antes. Tapar con film transparente para que no se seque. Pasados unos 10 o 15 minutos, cuando la masa ya esté templada, empezaremos ha preparar nuestras croquetas.
En un bol o plato hondo pondremos el rebozado de
Dani sin gluten, está hecho con harina de garbanzo y lo descubrí este año en
Alimentaria preguntándoles por alguna novedad que lanzaran al mercado, y en el otro los huevos batidos. Yo las he pasado primero ligeramente por el rebozado, después por huevo y he terminado por el rebozado.
Las pasaremos a una sartén con aceite de oliva virgen extra con fuego moderado, en mi vitrocerámica en el número 6, freiremos las croquetas en tandas pequeñas, para evitar que el aceite se nos enfríe en exceso. Sacar a un plato con papel absorbente cuando hayan cogido un bonito color dorado. Con estas cantidades salen unas 30 croquetas.
Como idea para servir podéis poner en la base unas hojas de la col y las croquetas encima. ¡A disfrutar!