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Ingredientes:
- 250 gr. de azúcar moreno.
- 260 gr. de harina común.
- 2 huevos M.
- 1 chda. de canela.
- 1/8 chdta. de nuez moscada recién rallada.
- 1 chdta. de jengibre en polvo.
- 2 clavos de olor en polvo.
- 1/2 chdta. de bicarbonato de sodio.
- 250 gr. de calabaza limpia.
- 70 ml. de aceite de girasol.
- 200 ml. de buttermilk.
- 250 ml. de nata 35% m.g.
- 2 chtas. de azúcar glas.
- colorante naranja en gel.
- 1 paquete de galletas Oreo.
- Glasa en punto de escritura.
Cupcakes de calabaza para Halloween
Hace ya días que estoy viendo en los escaparates de las tiendas telarañas, arañas y calabazas con cara de pocos amigos. Y esta decoración no ha pasado desapercibida para mi hija pequeña, que ya me está pidiendo disfraz y pastel "que dé miedo", como dice ella. El disfraz lo dejaremos para más adelante pero lo de hacer un postre para Halloween este año, me ha podido, lo confieso.
Mires donde mires por Internet, me refiero ahora a los blogs gastronómicos, todas las recetas para estas fechas chorrean sangre, tienen gusanos, gente muerta, ojos sin cabeza o cabezas sin ojos, que de todo hay, y todo con gran cantidad de azúcar o con mucha mantequilla. Y eso ya no me gusta tanto, que lo del más allá, tampoco es santo de mi devoción, pero entiendo que para los niños se ha convertido en algo divertido y para los grandes almacenes otra forma de vendernos cosas que no volveremos a necesitar en todo el año.
He visto infinidad de recetas por Internet y al final he terminado por crear la mía propia, quitando de aquí y añadiendo más de esto y aquello. No estaba al 100% segura de cómo me quedaría la masa pero estoy muy muy contenta con el resultado. Me han quedado unas magdalenas, esponjosas, húmedas, tiernas y con un sabor espectacular. En cuanto a la decoración he querido que fueran lo más sanas posibles y he renegado de la mantequilla y el azúcar a porrón. Nata y dos cucharaditas de azúcar glas es todo lo que necesité, ahhh y un buen pegote de colorante naranja.
El colorante es opcional pero da un toque de color que las harán irresistibles, aunque cuando prueben la primera vendrá la segunda y puede que una tercera. Os lo aseguro, yo tuve que parar a mi Lucía, mi hija pequeña, por que ya iba quitándole el papel ¡al tercer cupcake!. Por cierto con esta receta salen 24 unidades, pero durarán poco.
Los chupitos que veis en las fotos los encontré en la tienda
Party Fiesta, me parecieron monísimos y pensando en esta receta los compré, esta sangre ficticia que parecen contener no es otra cosa que gelatina de frambuesas.
Espero que os guste la receta por que os aseguro que es una de las magdalenas más jugosas que he preparado. Un beso a todos y terrorífico Halloween, ja ja ja. Esta risa os la pongo con voz de ultratumba ;-P
Elaboración:
En un cazo poner la calabaza pelada y cortada en dados junto con una taza de agua y hervir hasta que se reduzca a la mitad el líquido. Aproximadamente 10-15 minutos. Sacar la calabaza bien escurrida y triturarla con la batidora. Os quedará como una papilla ligera.
A la leche, que deberá estar templada le añadiremos una cucharadita de café de zumo de limón y la dejaremos 10 minutos en reposo para obtener nuestra buttermilk casera.
Tamizar la harina con la levadura, el bicarbonato, la canela, el jengibre, la nuez moscada y los clavos de olor. Como es muy poca cantidad de clavo yo los machaqué en el mortero hasta hacerlos casi polvo.
Batir en el bol del robot de cocina o en una fuente grande los huevos junto con el azúcar moreno
Acor hasta que dupliquen su volumen, esto lo haremos con la varilla. A continuación de nuestra papilla de calabaza (que deberá esta templada o ya fría) añadiremos 150 gramos a la mezcla, así como la
buttermilk que teníamos reservada y el aceite, lo integraremos con cuidado y poco a poco.
En este paso se me fue el santo al cielo y no hice fotos, pero como pienso hacer muchas más veces estas magdalenas, haré fotos y las colgaré más adelante. Tampoco salen las galletas Oreo en los ingredientes iniciales, no tengo remedio. Disculpad.
Precalentaremos el horno a 170º C y mientras echaremos la harina tamizada sobre los ingredientes húmedos en tres veces, incorporando cada vez la harina con una varilla y con movimientos envolventes de arriba a abajo.
Llenar las cápsulas 3/4 partes de su capacidad y hornear a 170º C durante 12 minutos aproximadamente, esto como siempre dependerá de cada horno. Como siempre pincharemos con un palillo en el centro y veremos si sale limpio antes de sacarlas del horno.
Para hacer el frosting o decoración es muy importante que para que monte bien la nata todo deberá estar muy frío, incluido el bol donde lo hagáis. Yo mientras se enfrían las magdalenas lo meto en la nevera.
Batir la nata (la mía
Central Lechera Asturiana) con las varillas en el bol frío hasta que empiece a montar, entonces añadir el azúcar glas y el colorante naranja, al gusto. Montar la nata hasta que quede firme, pero ¡ojo! no os paséis de vueltas o si no obtendréis mantequilla en vez de nata montada.
Para decorar pondremos la crema de nata montada en una manga pastelera con boquilla de estrella cerrada, la mía es la D2 de
Wilton y haremos una flor de izquierda a derecha en el sentido de las agujas del reloj.
Por último prepararemos una glasa a punto de escritura y la meteremos en un biberón de boquilla redonda pequeña. Abriremos las
galletas Oreo y rasparemos la crema con una cucharilla o la punta de un cuchillo, dejándola lo más limpia posible. Escribiremos R.I.P. en cada galleta. Esperaremos a que se seque y la pondremos encima de cada
cupcake.
¡Feliz y terrorífico Halloween a todos!