Cada mes, más o menos, me doy una vuelta por el blog Cakes in the city, y no sé cómo fui a parar a las recetas del año 2008. Allí encontré ésta que he adaptado a mi gusto. Me recuerda bastante a los dulces típicos árabes, esos que vemos en las tiendas marroquíes cuando llega el Ramadán.
Tengo que decir que es un pelín laborioso, por lo menos en comparación al tiempo que yo suelo emplear en hacer un postre como este. Eso sí, ha merecido la pena, están buenísimas Quizá os recuerde al sabor de los pestiños típicos de Semana Santa, aunque mucho más crujientes.
Tendréis que procurad estirar bien la masa pero teniendo cuidado de que no se rompa al manipularla. Podéis practicar haciendo unas cuantas empanadillas. Yo fui haciendo pruebas a medida que iba cortando círculos y dandoles forma de media luna. Usé un cortador circular de 6 cm de diámetro, aplastando con la palma de la mano la masa hasta alcanzar los 7 cm de diámetro, porque me parecían demasiado gruesas. El dibujo se lo hice con el canto del mango de una cuchara.
Recomiendo no poner demasiada masa de almendras para el relleno, pues de lo contrario corréis el riesgo de que no os cierren bien. Más vale quedarse corto. A mi me sobró un poco de relleno.
Desde mi punto de vista una de las mejoras que admiten estas empanadillas es añadir el ajonjolí o semillas de sésamo en la masa de sémola, en vez de al final de la preparación. La próxima vez lo haré así.
Elaboración:
En una fuente ponemos la sémola, la mantequilla fundida, y el agua templada ligada con el aroma de azahar. Ligamos todo bien, hasta obtener una gran bola.
La dejamos tapado por 1/2 hora, para que la sémola absorba el líquido.
Mientras, preparamos el relleno. En un bol o ensaladera ponemos la almendra molida, el azúcar, la ralladura de limón, la canela, el aroma de azahar y tres de cucharadas de agua. Quedará una pasta dura pero manejable.
Pasado el reposo de la sémola la estiramos entre dos papeles de hornear con el rodillo, hasta que quede bien fino (más delgado que si hiciéramos galletas), y vamos cortando círculos. Yo estiré un poco más la masa con la palma de la mano.
Cuando tenemos toda la masa cortada vamos rellenando, como véis en la foto más abajo. Cerramos con cuidado casa empanadilla con la punta de los dedos y haciéndoles un dibujo. Yo usé el mango de una cuchara, fácil, rápido y económico.
Si en las últimas empanadillas se os resiste el sellado (a mi me pasó), humedeceros la punta de los dedos y pasadla por el borde antes de cerrarlas.
Precalentamos el horno a unos 170º C y horneamos calor arriba y abajo entre 15 y 20 minutos, los últimos 5 minutos con el ventidor.
Nota: Yo los tuve 20 minutos la primera hornada y me salieron muy crujientes, la segunda hornada los tuve 17 minutos y me salieron más blanditos. Para mi gusto mejor con 17 minutos, esto lo dejo a vuestra elección.
Por último en un bol ponemos la miel, las dos cucharadas de agua caliente y las semillas de sésamo (las compro en un herbolario) y vamos sumergiendo las empanadillas (1 minuto aprox.) hasta que estén todas bien bañadas.
Con estas cantidades que os doy os saldrán unas 30 empanadillas. Buen provecho!!!
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