Relleno de dátil
Relleno de ciruela
El otro día mientras echaba un vistazo a mis redes sociales vi una foto de Mark Zuckerberg, el creador de Facebook, en la que se disponía a disfrutar de unas galletas con forma triangular llamadas Hamantashen, Hamantash en singular. Me picó la curiosidad y estuve indagando de cómo se hacían y por qué las elaboraba en estas fechas.
Y bien, buscando información os puedo decir que es un dulce judío que se prepara en el mes de Adar, que equivale en el calendario gregoriano, que es el que seguimos, a los meses de febrero y marzo, y que este mes para ellos siempre tiene 29 días.
Se elaboran en la fiesta judía del Purim (relatado en el libro de Ester), que se celebra el 14 del mes de Adar, y que conmemora que los judíos se salvaron de su aniquilación bajo el mandato del rey persa Asuero. Es tradicional preparar estos deliciosos pastelitos por lo general rellenos de semillas de amapola, frutos secos, ciruelas pasas, orejones, miel, dátiles o naranja confitada.
El nombre de este dulce significa literalmente "orejas de Amán", parece ser como recuerdo de la amputación de sus orejas antes de colgarlo, aunque no hay documentación al respecto sobre esta cruel mutilación. Por otra parte también podemos encontrar su significado por la palabra haman que puede referirse a las semillas de amapola, unida a la palabra judía tash que significa bolsillo. Por lo tanto también tendríamos otro significado que sería correcto, "bolsillos llenos de semillas de amapola".
En mi búsqueda de este tradicional dulce judío he leído muchas recetas y al final he preparado esta con mis propias cantidades. Aunque al principio, os costará unir la mezcla de harina, mantequilla, huevos y azúcar, con constancia y separando la masa en tres partes se puede conseguir perfectamente. No he utilizado robot de cocina en la elaboración de esta receta, aunque sí he visto por Internet que se ayudan de él para formar la bola de masa.
Es muy importante que la masa esté bien fría a la hora de cortar los discos con los que haremos los triángulos, ya que de lo contrario perderán su forma fácilmente y la textura no quedará igual.
La pasta de dátil la podéis encontrar en la tiendas de productos marroquíes.
Elaboración:
Primero prepararemos los rellenos, que en este caso serán dos, pero como explico arriba pueden ser muchos más.
Para el relleno de ciruelas pasas con nueces empezaremos por trocear con la tijera las ciruelas, añadirles la miel, la canela, el zumo de naranja, el azúcar y las nueces troceadas. Llevaremos a ebullición suave removiendo sin parar hasta que haya perdido todo el líquido aportado por la naraja. Lo trituramos con la batidora para que quede más fino.
Para el relleno de dátil nos ayudaremos de unas cuantas cucharadas de agua para poder deshacer la pasta al fuego suave. Una vez disuelta le añadiremos las nueces trituradas y removeremos todo bien para que se integre.
Para la elaboración de la masa de nuestras galletas pondremos en una fuente grande la harina tamizada con la levadura y la sal. Le añadiremos el azúcar, la ralladura de naranja, el extracto de vainilla (opcional pero os lo recomiendo), los huevos batidos y por último la mantequilla fría cortada en dados. Ahora mezclaremos todo hasta conseguir una masa compacta. Para ello os recomiendo hacerlo dividiendo la preparación en tres partes, será más fácil amasarlo con las manos. Esta operación en invierno os costará un poco más y en verano tendréis que ser rápidos para evitar que la mantequilla se derrita entre vuestras manos.
Ahora refrigeraremos la masa al menos media hora, para ello la dividiremos en tres partes y con ayuda de papel de horno y del rodillo la dejaremos con un grosor de unos tres milímetros. Lo más fina posible, de lo contrario quedará una galleta gruesa y difícil de tragar si no tenemos un vaso de leche o café a mano.
Precalentaremos el horno a 180ºC.
Una vez refrigerada iremos cortando discos de siete centímetros de diámetro, si no tenéis cortadores de galleta os podéis ayudar de un vaso para hacerlos.
Iremos poniendo porciones de relleno en los discos de masa de aproximadamente una cucharita de postre. Cerraremos con los dedos dos estremos y con el tercero terminaremos de hacer la forma triangular característica de estos dulces, como muestro en la foto más abajo.
Los hornearemos a 180ºC durante unos 18 minutos. Dependiendo del horno necesitaréis uno o dos minutos más o menos, el momento de sarcarlos es cuando se empiecen a poner dorados.
Los pondremos sobre una rejilla hasta que se hayan enfriado.
Yo hice cuatro hornadas con las cantidades que os proporciono y de ellas salieron unos 55 hamantashen.
Con las prisas se me olvidó poner los huevos en la foto de los ingredientes.
Este es el relleno de dátil y nuez.
Aunque parezca que no se va a integrar nunca con paciencia y dividiendo la masa en tres partes lo conseguiréis.
Los recortes se vuelven a amasar y a refrigerar para aprovechar toda la masa.
Formación de los característicos picos de este dulce.
En esta forma he intentado hacer la cruz judía con los Hamantashen.
En esta foto no me pude resistir de poner la flor hecha a ganchillo que mi amiga Susana me regaló por mi último cumpleaños, ¿os gusta?
Primer plano de mis galletas rellenas (hamantashen) recién horneadas.
Estos son los Hamantashen rellenos de ciruelas con nueces, un bocado delicioso que disfruté con un buen vaso de leche.
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