> Postres
Ingredientes:
- 675 gr. de albaricoques limpios.
- 350 gr. de azúcar.
- 1 naranja.
- 100 ml. de agua.
Mermelada de albaricoque
Hace tres semanas, pasé unos días con mi familia en Andorra La Vella y allí la dueña de los apartamentos donde nos alojamos nos ofreció mermelada que ella misma elaboraba. Riquísima.
Así que me entró el gusanillo y me puse a investigar para hacer mi propia mermelada. Me documenté en la biblioteca de mi pueblo, y con muchas notas tomadas, me he atrevido a realizar mi primera mermelada.
Y si a mí me ha salido riquísima a vosotros también os saldrá :-) os lo aseguro. Hasta ahora lo más que me he aproximado a este mundo (mundo mermeríl) ha sido al preparar la
carne de membrillo. Y me gustó mucho. Pero la realización de mermelada me ha parecido más fácil.
Para preparar mermeladas es necesario que la adición de azúcar sea superior al 40% de la fruta que vayamos a preparar. Normalmente entre el 40% y el 60%. También tendremos que esterilizar los botes donde la vayamos a guardar. 10 minutos en abundante agua hirvierndo serán suficientes.
Todos los utensilios que utilicemos también deberán estar perfectamente limpios. Si algún bote al cerrar la tapa notáis que no se ha hecho el vacío, esta mermelada se deberá consumir en pocos días ya que no será apta para guardarla. Una vez abierto el bote de mermelada, lo guardaremos en la nevera.
Cuando digo en los ingredientes "albaricoques limpios", me refiero a que no deberán llevar ni piel ni hueso.
Elaboración:
Llevar los albaricoques limpios a una cazuela y añadir el agua. Llevar a ebullición y mantener hirviendo a fuego medio-bajo 8 minutos.
Pasar por el pasapurés o si os gusta con tropezones, machacar con un tenedor los albaricoques. Yo lo hice con un tenedor. Incorporar el azúcar y llevar nuevamente a ebullición, con el fuego bajo y tapada la cazuela.
Cuando se haya disuelto el azúcar incorporar el zumo de la naranja. Dejar hirviendo con tapadera a fuego bajo (yo en el número 5 de la vitrocerámica) durante unos 30 minutos.
Con los botes esterilizados y secos, verter la mermelada en ellos, cerrar y dejar enfriar con el tarro del revés, el decir, tapadera abajo.
Cuando esté frío adquirirá mayor consistencia, quedando perfecto para untar en rebanadas de pan, cruasanes o para tomar con yogures.