Panellets

Uno de los primeros dulces que probé cuando llegué a Cataluña fueron los panellets, dulce típico que se prepara en el día de Todos los Santos y que también se consume en el resto del levante español, Aragón y Mallorca. Lo más probable es que su origen sea árabe ya que todos los ingredientes que lleva son típicos de su repostería.

Es un postre muy energético que ayuda a soportar el frío de estas fechas. Aunque este año no estamos pasando mucho frío, hace dos días apetecía más comer una ensalada que tomar un caldo. Pero, ¿quién se puede resistir a terminar una buena comida con un estupendo postre? Así que nos pusimos, mi hija y yo, manos a la masa y dimos forma a un montón de bolitas de almendra.

La cosa empezó bien hasta que a la peque se le ocurrió probar la masa en crudo: "Mamá esto está chupi", fueron sus palabras. A partir de ese momento ella dejó de hacer bolitas para chuparse los dedos y yo terminé de hacer la fuente de masa que habíamos preparado mientras hablábamos de como los íbamos a decorar.

Es un dulce caro, ya que el kilo de piñones está entre 50 y 70 euros, depende de dónde los compréis. En mi caso yo fui a la fábrica de frutos secos que hay en mi pueblo. Pero no tembléis, se necesita poca cantidad de piñones ya que no todos los panellets se decoran con ellos. Como veis he elaborado cuatro clases diferentes, todas fáciles, para no complicarnos mucho la vida. Los que hice con guindas en almíbar no llegaron a la foto :-)

Los he preparado con piñones, avellana laminada, coco y simples. La vajilla que he utilizado en esta receta es de Maisons du Monde mod. Flora Rose y mod. Confettis.

Elaboración:

Lo primero que haremos es hervir una patata en un cazo con agua o asarla en el microondas (pinchada con la punta de un cuchillo) como he hecho yo. He asado la patata de aproximadamente 300 gramos (con piel) unos 4-5 minutos.

Mientras se enfría la patata echamos la almendra molida en una fuente grande, añadimos el azúcar, la ralladura de limón y los huevos batidos. Incorporamos la patata cocida y machacada.

Amasamos con las manos hasta obtener una masa uniforme con todos los ingredientes bien integrados.

Vamos formando bolitas del tamaño de un huevo de codorniz -aproximadamente-, no os preocupéis si no os salen todas iguales. A nosotras tampoco nos salieron todas parejas.

Ahora ya podemos empezar a adornar los panellets. En un plato ponemos los piñones, en otro el coco, en otro la avellana laminada y por último un bol con las claras un poco batidas.

Precalentamos el horno a 180º C.

Vamos poniendo con las manos los piñones, apretando un poco contra la masa para que no se caigan. Igual haremos con el resto de ingredientes.

Ponemos una hoja de papel de hornear en la bandeja del horno y vamos depositando con cuidado los panellets bañados en la clara de huevo.

Hornear a 180º C entre 15 y 20 minutos. En mi primera hornada necesité 20 minutos y en la segunda como el horno ya estaba bien caliente con 15 minutos fueron suficientes. Depende mucho de cada horno. Así que no les quitéis ojo.

Sacamos del horno y dejamos enfríar. Se conservan muy bien durante varios días tapados con papel film transparente.

Nota: Para que brillen los podéis pincelar con un almíbar hecho con 100 gr. de azúcar y 100 ml. de agua. Cuando llegue a ebullición se aparta y se deja enfríar.

Panellets