Hace muchos años mi madre ya usaba de vez en cuando el hinojo además de para aliñar las aceitunas para añadirlo a las ensalada. Pero el bulbo comestible, claro, ese aromático y precioso bulbo con sus ramitas verdes que ya de por sí es precioso. Me tiene enamoradita el hinojo, creo que se me nota un poco. He estado años sin probarlo, en mi pueblo no sabían ni que existía, creo, pero un buen día hace unos dos años empezó a traerlo la cadena de fruterías Casa Ametller. Y ahí comenzó de nuevo mi idilio con él.
Del hinojo se aprovecha todo, bulbo, tallo y semillas, con las que se realizan infusiones indicadas para las inflamaciones del vientre, favorecen la digestión y ajudan a disminuir los gases. Yo me acuerdo que cuando mis niñas eran bebés el pediatra me mandó infusión de hinojo y anís para disminuir las molestias de los cólicos del lactante. Y me funcionó o por lo menos disminuyeron considerablemente.
Este bulbo cuando lo añado a la ensalada en crudo, le quito los hilos que en la parte exterior pueda tener, tirando con el cuchillo de ellos hasta que salen por completo, parecido a quitarle las hebras a las judías o al apio. Le aporta un sabor anisado suave y muy aromático, que me gusta añadir a nuestras ensaladas de vez en cuando para no aburrirnos de comer siempre la misma.
Con esta receta he ido un pasito más allá y he preparado el hinojo como ingrediente principal de un pastel. Un pastel que es tan sencillo de hacer que ni os lo creeréis, os lo aseguro. Y lo mejor de todo es que está buenísimo.
Como maridaje de esta tarta salada os propongo un vino rosado espumoso y con chispa como D'Lucio de Vinos Capel. Bien fresquito es ideal para este pastel de hinojo.
Me gustaría mucho que si ponéis en práctica esta receta me dejéis un comentario más abajo, me gusta saber vuestra opinión.
Elaboración:
Lavar y retirar los hilos el exterior de los bulbos de hinojo y desechar las hojas verdes, pero no las tiréis las podéis usar para una ensalada. Partir los bulbos en cuatro y hervirlos en agua salada a fuego bajo durante unos 15-18 minutos. Escurrir los hinojos y cortarlos en láminas.
Rehogar estas láminas en la mantequilla fundida hasta que que tomen un poco de color.
Sacar la lámina de masa quebrada de la nevera y acomodarla con las manos de forma tosca en nuestro molde, previamente untado con mantequilla y enharinado. La masa quebrada la compré en el supermercado Mercadona y me ha ido muy bien, no sube y queda muy crujiente.
Hornear la masa unos 4 minutos con el horno precalentado a 180º C. Mientras, batiremos los huevos con la nata y la pimienta. Sacaremos del horno la masa y verteremos en ella los huevos batidos y el hinojo cortado, incorporándole el queso en dados.
Para decorarlo yo he hecho unas flores con zanahoria, queda muy bonito y no os llevará mucho tiempo.
Para las flores he usado un cortador de fondant con forma de flor. Pero podéis dejarla sin forma o con unas láminas de zanahoria sacadas con un pelador formar una figura geométrica. Esto al gusto.
Hornear a 180º C durante media hora o hasta que al pincharla con un palillo este salga limpio.
* Notas:
- Mi molde era de 20 cm de diámetro, para otros tamaños id comprobando la cocción con un palillo.
- Al hornear previamente la masa quebrada evitaremos que debe húmeda y sin cocción al verterle los huevos.
- Los dados de queso que he usado los encotré en el supermercado Mercadona y son de queso curado y cheddar.
- Podéis cortar más finos los trozos de hinojo, pero como iba a ser una tarta "rústica" elegí un tamaño que se notara.
- Si no tenéis zanahias podéis decorarlo con unas aceitunas negras, quedará muy llamativo.
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