Plato para 4 personas/Preparación: 50 min

Seguro que has probado de infinidad de formas las pechugas de pollo, desde las tí­picas pechugas hechas a la plancha hasta los filetes de pollo empanados que nuestras madres nos hací­an cada semana. He de confesar que me encantaban, crujientes por fuera y jugosos por dentro, acompañados de una ensalada de lechuga o una ensalada de pimientos rojos asados, ummm.

Pero quizás nunca has probado unas pechugas como estas, rellenas con un deliciosa crema de queso Philadephia acompañada por espinacas y avellanas tostadas. Y para darle un toque diferente y sabroso las he preparado con los papeles de Jugoso a la sartén de Maggi, riquí­simas.

Cocinadas a fuego lento conservan todo su jugo y por fuera ese colorcillo dorado que tanto nos gusta en la carne. Ha sido muy fácil y una gozada hacer este plato.

Si vuestra pechuga es algo grande, como me pasó a mí­ con estas, puede que se os quede algo cruda por el centro, yo solventé este contratiempo introduciendo las pechugas algo menos de un minuto en el microondas.

Como acompañamiento, a diferencia de mi madre, he puesto unas patatas fritas pero también podéis preparar una rica ensalada por aquello de no comer tantas calorí­as. Las espinacas que he usado son congeladas pero por supuesto también las podéis usar frescas. Os recomiendo que las pechugas que compréis sean de tamaño mediano, ya que llenan bastante, y por otro lado se harán mejor y más rápido en la sartén.

Limpiar las pechugas de restos de grasa que pueda traer y envolverlas en los papeles impregnados con finas hierbas de Maggi. Pasar a la sartén con un par de cucharadas de aceite y hacer a fuego lento hasta que tomen color.

Mientras, en otra sartén saltear las espinacas en un poco de aceite de oliva y a continuación machacar en un mortero las avellanas enteras hasta partirlas toscamente. Agregarlas a las espinacas y a continuación incorporar la crema de queso Philadelphia. Retirar del fuego y ligarlo todo bien y rectificar de sal si fuera necesario.

Freí­r las patatas y depositarlas sobre papel absorbente.

Abrir las pechugas y rellenarlas con ayuda de una cucharita de postre con la farsa que hemos hecho.

Emplatar cada pechuga acompañada de las patatas fritas. ¡Buen provecho!

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