La pera es una fruta rica y versátil. Lo mismo la podemos comer cruda que cocinada en un sinfín de recetas.
Su presencia en la cocina es muy variada, desde deliciosos puddings, salsas especiadas, tartas suculentas o, como hoy os propongo, en un postre sencillo con contraste de sabores.
Actualmente la pera más consumida en otoño-invierno es la variedad 'conferencia', debido a su agradable sabor,excelente conservabilidad y resistencia al frio.
Si os gusta que el constraste de sabor sea más acusado podéis sustituir el queso azul por roquefort.
El anís estrellado lo podéis encontrar en la herboristería, pero si no lo encontráis no es esencial en la receta.
Elaboración:
Primero pelaremos con un pelador las peras para que no pierdan su forma.
En una olla pequeña pondremos las peras, el azúcar, la canela en rama, el anís estrellado, el vino y por último el agua. En el caso del vino, he utilizado Raimat Abadía de 2008, un caldo elaborado por Cabernet Sauvignon y Tempranillo, con aroma de chocolate y frutas silvestres, que es la combinación perfecta con quesos, como el que acompaña a la receta.
Llevamos todo a ebullición durante unos 20 minutos danto la vuelta a las peras con mucho cuidado cada cierto tiempo.
Esperamos a que se templen para poder manipularlas.
Cortamos las peras por la mitad a lo largo, quitándoles el corazón y loncheándolas, como se ve en las fotos.
Para su presentación pondremos la salsa de vino, encima la pera y decoramos con las nueces picadas y el queso desmenuzado.
Media pera por persona me ha parecido una ración suficiente, aunque esto lo dejo a vuestra elección.
Nota: Si os gusta mi presentación yo usé nata para hacer esos 'lunares' que se ven en las fotos.
Introduce tu email (imprescindible)
Asunto
Comentario
Introduce el email de tus amigos (obligatorio)