Ahora que se aproximan las navidades y, sin darnos cuenta, vamos pensando qué prepararemos en esas fechas, os propongo este sencillo asado de carne rellena.
Es muy fácil de preparar -os lo aseguro-, mancharéis poco y no tendréis que estar largas horas cocinando.
Es un guiso muy completo que acompañaremos de su salsa bien caliente.
En la celebraciones familiares de Navidad cuando era adolescente siempre recuerdo en casa de mi abuela paterna, tropecientos mil primos y tíos armando jaleo, unos más que otros. En la mesa siempre ponían un plato de carne, y luego recuerdo que también había una buena bandeja de enormes langostinos.
De lo demás que se ponía en la mesa no me acuerdo. Quizás porque estaba deseando terminar para irme con mis primos a jugar a la salita de mi abuela.
Mis recuerdos de las navidades en familia siempre serán estos. Ahora que soy madre mis navidades son bien distintas pero las disfruto con mi familia con la misma ilusión.
El uso en España de la salvia no es muy común, de hecho yo he tenído que ir a una herboristería a comprarla. También la podemos encontrar fresca en macetas o envasada en la parte de refrigerados en los grandes centros comerciales. Yo como os cuento he usado sus hojas secas.
Enseguida se nota en un plato de carne que lleva salvia, su olor y su sabor son muy peculiares. La salvia se usa en medicina, como condimento e incluso ornamentalmente.
Elaboración:
Salpimentamos la carne picada y la sofreímos ligemente (1-2 minutos) en una sartén junto con el jamón picado, el ajo aplastado (un golpe será suficiente) y un cucharada de mantequilla. Retiramos el ajo -sólo es para que le de sabor-.
Hervimos dos huevos unos diez minutos para el relleno.
En una cazuela ponemos un poco de agua y hervimos unos minutos las espinacas y los guisantes.
Escurrimos bien el agua y dejamos templar.
Con la carne abierta en nuestra mesa de trabajo, la salpimentamos y procedemos a colocar los ingredientes restantes.
Primero la carne picada con el jamón, después acomodaremos los guisantes (menos un par de cucharadas que guardaremos para la salsa) y las espinacas. Los huevos duros los pondremos horizontales, como muestro en la foto más abajo. Por último añadimos un poco de mantequilla y el romero, y ya podemos bridar nuestro rollo de carne.
Para mi ésta es la parte más delicada de este plato; pelearme con ese relleno que no quiere quedarse donde yo le digo. Pero con paciencia y si tenéis ayuda mejor, seguro que lo conseguís. Es difícil pero no imposible.
Ahora en una cazuela que quepa nuestro rollo, ponemos dos cucharadas de mantequilla, un chorreón de aceite y doramos nuestra carne. Dar constantemente la vuelta al rollo, para que se dore todo por igual.
Cuando ya lo tengamos doradito añadiremos los guisantes que habíamos reservado, la salvia, el vino blanco y el agua. Hervimos durante 1 hora aproximadamente, dándole la vuelta con cuidado para que se haga toda por igual. Si os gusta la salsa más espesa podési añadir algún espesante al final de la cocción, como por ejemplo harina de maíz.
Esperaremos a que el rollo esté frío para poder cortarlo mejor. La salsa si queréis la podéis pasar por el chino, especialmente si hay niños, se la comerán mejor.
Servir el rollo y su salsa caliente en la mesa.
Espero que os guste esta receta y si la ponéis en práctica no dudéis en compartir vuesta foto en mi página de Facebook.
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