3 chdas. de azúcar para decorar con unas gotas de agua.
Relleno de trufa
300 ml. de nata para montar (35,1 % materia grasa)
60 grs. de azúcar glas.
20 grs. de cacao en polvo.
Relleno de nata
300 ml. de nata para montar (35,1 % materia grasa)
60 grs. de azúcar glas.
Roscón de reyes
Yo creo que llevo más de diez años intentando hacer un roscón de Reyes comestible más allá de las cuatro horas recién salido del horno.
En casa se comían el primer trozo porque veían el esfuerzo y dedicación que le ponía a este fácil (para mi difícil) dulce. Pero cuando llegaba la hora de la merienda no había quien le hincara el diente al rosco. Yo, por aquello del amor de madre, lo guardaba en la nevera hasta dos días, pensando en que alguien de la familia se volvería a servir un trozo.
Pero al final siempre iba a la basura casi entero... Y mi ánimo por los suelos.
He de decir que este es mi segundo rosco de Reyes en quince días, el anterior estaba buenísimo de sabor pero otra vez duro.
Mirando, leyendo y tras unos cuantos intentos he conseguido un rosco de Reyes que era perfectamente comestible ( tierno y esponjoso) dos días después de hacerlo.
Es por eso que me he decidido a compartir mi hallazgo con todos vosotros. Estoy feliz como una perdíz.
Elaboración:
Prefermento biga:
Es muy importante, repito, muy importante, que hagáis la biga el día anterior.
Hidratamos la levadura en la leche templada unos minutos. En un plato ponemos la harina, el azúcar y la leche con la levadura, amasamos 1 minuto formando una bola. Dejarla fermentar 1 hora tapada. Yo siempre lo hacía sin la ayuda del prefermento y siempre me quedaba un pelín duro. El prefermento se elabora con anterioridad para aportar al rosco, longevidad y aromas además de mejorar la textura y facilitar el amasado.
Os aconsejo que lo hagáis la noche anterior y la guardéis en la nevera (una vez que las levaduras hayan comenzado a hacer su tarea). Así podréis hacer el rosco de reyes nada más levantaros y ver qué regalitos os han traído los reyes mientras el rosco sube.
Rosco:
En un bol o fuente incorporar todos los ingredientes sólidos más la ralladura de la naranja.
A continuación incorporar el huevo ligeramente batido, la mantequilla en pomada, el aroma de azahar, el ron y la leche.
Amasar durante 10 minutos aproximadamente. A continuación integraremos la biga, que teníamos preparada. Costará pero lo conseguiremos.
Amasamos todo junto unos 10 minutos, dejamos la masa relajarse unos 5 minutos y hacemos con los dedos un hueco en el centro de la masa, e iremos agrandándolo con la mano poco a poco. Lo ideal es que pongáis un molde redondo en el centro para que mantenga la forma -como os muestro en la foto-. Dejamos reposar una hora tapado con un paño dentro del horno apagado.
Ahora decoramos con la fruta escarchada y/o almendras, apretándola contra la masa. Pintamos con huevo batido y humedecemos unas tres cucharadas de azúcar con unas gotas de agua. Decoramos con el azúcar humedecido por encima
Dejamos casi duplicar su tamaño de nuevo tapado y alejado de corrientes de aire. A mí me tardó dos horas.
Precalentamos el horno a 180º C y horneamos unos 20 minutos a esta temperatura, con calor arriba y abajo.
Vigilar bien el rosco, depende del horno necesitaréis más o menos tiempo para que esté cocido y doradito.
Una vez frío, lo abrimos y rellenamos con la trufa o nata; ahora es el momento de esconder el haba seca (el que se la encuentre pagará el rosco) y el rey (el afortunado/a en encontrarlo será coronado en ese momento). Cerramos nuestro rosco, rezamos para que no nos toque el haba :-) y lo guardamos en la nevera mientras abrimos los regalos de los reyes.