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Ingredientes:
- 550 gr. de harina común.
- 5 huevos M.
- 2 cdas. de azúcar.
- 115 ml. de aceite de oliva suave.
- 2 cdas. de licor de anís.
Glasa
- 250 gr. de azúcar glas.
- 4 claras de huevo.
- 3 cucharadas de licor de anís.
Rosquillas de San Blas
Hace muchos años que deseaba hacer las famosas rosquillas de San Blas, sobretodo por que coincide con el santo de mi marido San í“scar, y nunca le he preparado nada por su santo.
Son de esos postres sencillos, caseros, de toda la vida, que sabes que no tienen ninguna complicación pero que nunca te has puesto ha hacerlos.
Ahora que los he hecho os puedo decir que me han encantado, el marcado sabor a anís de estas rosquillas me han conquistado. La masa apenas lleva azúcar, he seguido la receta de Eva Arguiñano, pero la he adaptado un poco, ya que siete huevos como ella indica me parecían demasiados y no quería hacer muchos roscos. No fuera que no gustaran en casa y me los tuviera que comer yo sola. Estos roscos son los clásicos, los de toda la vida. Hoy día le añaden impulsor y en algunos casos ralladura de limón, pero a mí estos me han encantado así.
La cantidad de anís que he puesto en el glaseado ha sido más o menos tres o cuatro cucharadas de anís, no lo apunté, pero mejor empezar por poca cantidad y luego ir añadiendo al gusto. A mí me gusta que sepan a anís.
Una de las cosas que más me han gustado de estos roscos es que hace tres días que los hice y están casi como el primer día, aunque los tengo sin tapar, en el bol que véis en la foto. Y hoy solo me quedan cuatro, que no creo que lleguen al final del día.
Pues ya no me enrollo más, que los probéis, que están deliciosos y son muuuuy fáciles de preparar.
Ahhh se me olvidaba, os he grabado un vídeo de cómo los he hecho, lo tenéis en los stories destacados de mi Instagram.
Elaboración:
Batir los huevos con el azúcar y el anís hasta que empiecen a espumar. Añadir el aceite de oliva suave e integrar.
Incorporar la harina poco a poco e incorporarla con unas varillas hasta que llegará un punto en el que tendremos que meter las manos en la masa.
Haremos porciones del tamaño de una ciruela y con el dedo índice le haremos un orificio en el centro para ir formando las rosquillas. Iremos agrandando con los dedos la rosquilla hasta conseguir un diámetro de unos ocho o diez centímetros, como muestro en las fotos.
Poner en una bandeja de horno con papel de horno o una hoja de silicona especial para horno las rosquillas. Con el horno precalentado a 170º C introducir las rosquillas y hornearlas por 20 minutos.
Pasar a una rejilla hasta que se enfríen totalmente. Para hacer la glasa batiremos las claras hasta que espumen e iremos añadiendo el azúcar glas tamizado y por último el licor de anís. Nos deberá quedar una glasa espesa que cueste que caiga, para que así quede encima de las rosquillas sin caer en exceso.
Dejar secar la glasa por completo y servir.