Cuando a primeros de 2012 me decidí a crear este blog, ojeé cientos de páginas web para ver a qué me enfrentaba. Descubrí el blog Kanela y Limón, y en él esta fantástica tarta-mousse de piruleta.
Esta semana, por fin, he encontrado el licor de piruleta, y sin dudarlo lo he comprado para realizar esta tarta. He variado un poco las cantidades para adaptarla a mis gustos.
Es mejor tenerla un día entero en la nevera, y después devorarla sin compasión.
Nos ha gustado mucho y no será la última vez que la haga.
Si tenéis alguna duda, me la podéis poner más abajo, en 'comentarios'. Os contestaré con mucho gusto.
Elaboración:
Trituramos las galletas, yo lo hice con el accesorio de la batidora, queda muy bien. A continuación derretimos la mantequilla en el microondas y la añadimos a las galletas -cuidando de que queden bien impregnadas-.
Ponemos las hojas de gelatina en agua fría, unos minutos. Mientras, calentamos en un cazo el agua y le añadimos las piruletas machacadas hasta que se derritan. Utilizad una bolsa, será mucho más cómodo romperlas y no mancharéis nada.
Escurrimos la gelatina y la añadimos al cazo hasta su completa disolución. Apagamos el fuego. Ahora vertemos el azúcar glasé y movemos hasta que se disuelva por completo. Incorporamos el licor de piruleta y volvemos a mover.
Montamos la nata, ha de estar muy fría -montará más rápido-.
Mientras el líquido que tenemos en el cazo se va enfriando, pondremos las galletas con la mantequilla como fondo de nuestro molde. El molde será mejor desmontable de 24 cm, yo he utilizado uno de silicona y es muy difícil desmoldar sin que se rompa. Nos ayudaremos de una cuchara para ir apretando la galleta y que quede bien compacta.
Una vez frío el líquido del cazo, ya podemos incorporar el yogurt y la nata montada. Con movimientos envolventes de abajo hacia arriba, iremos mezclando ambas texturas con cuidado.
Cuando esté todo bien mezclado, vertemos sobre nuestra base de galleta. Os aconsejo dar unos cuantos golpes contra la mesa a nuestro molde para que salgan las burbujas que pudieran quedar en el interior del pastel.
Guardamos en la nevera, mejor de un día para otro, quedará mejor y se cortará perfectamente.
Al día siguiente podéis decorar con piruletas o como más os guste.
Espero que os haya gustado la receta y que la pongáis en práctica.
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