> Tartas decoradas
Ingredientes:
Bizcocho
- 275 gr. de harina.
- 220 gr. de azúcar.
- 130 ml. de leche.
- 1 chda. de extracto de vainilla.
- 7 gr. de levadura en polvo.
- 5 huevos L.
- 50 gr. de harina de almendra.
- 250 gr. de fresas frescas para decorar.
Crema de queso
- 250 gr. de azúcar glasé.
- 250 gr. de queso crema.
- 200 gr. de mantequilla sin sal.
- 2 chdas. de pasta de frambuesa concentrada.
Almíbar
- 250 ml. de agua
- 125 gr. de azúcar.
- 2 chdas. de alcohol (ginebra o ron)
Tarta de vainilla con fresas y crema de queso
La última tendencia en tartas para bodas y otras celebraciones es la tarta desnuda o naked cake, como lo encontraréis en Google o en Pinterest. Este tipo de tartas me han enamorado desde el primer momento que las vi, con su bizcocho y relleno a la vista y adornada con abundante fruta fresca.
Son más fáciles de elaborar y menos calóricas, al no llevar cobertura exterior, pero, por el contrario tienen el inconveniente de que hay que consumirlas en un corto espacio de tiempo. Ya que al quedar el bizcocho expuesto al aire se seca más rápido que cubierto. Por lo que deberemos hacerlas y montarlas unas horas antes de la celebración.
Las cantidades que os indico son para unas 15 personas, claro, dependiendo del corte que realicemos de cada porción.
Este tipo de tartas como quedan más bonitas y vistosas es a partir de dos pisos (para mi gusto), ya que en cada piso podremos poner alrededor las frutas que hayamos elegido. En esta tarta, la chica que me la encargó iba a poner adornos encima y no quiso que pusiera fruta en el último piso.
En Pinterest tenéis multitud de perfectos y deliciosos naked cakes. Me he pasado horas mirándolos, embobada, y no exagero. También me ha gustado mucho otra nueva tendencia de presentación, sobre una tabla de madera con la corteza del árbol. Me encanta, tengo que conseguir una tabla así para mis presentaciones ;-).
Espero que os guste la receta y las fotos, un besote a todos mis cocinillas.
Elaboración:
Empezaremos por elaborar el bizcocho. Tamizar la harina, con la levadura Royal y la harina de almendra.
Con las varillas del robot de cocina montar los huevos con el azúcar de
Azucarera hasta que se formen picos. Esto nos llevará unos cinco minutos. Recordar que los huevos tienen que estar a temperatura ambiente.
Incorporar la vainilla Wilton. Ahora iremos incorporando los ingredientes secos alternándolos con la leche. Para esto yo siempre uso la varilla manual y lo incorporo con movimientos envolventes de arriba hacia abajo. Así evitaremos que se escape el aire de la masa que teníamos montada. Precalentar el horno a 170º C.
Untar de mantequilla un molde alto y forrar con papel de horno, como muestro en las fotos. Yo he usado dos moldes, uno de 20 centímetros y otro pequeño de 8,5 centímetros.
Hornear a 160º C unos 40-45 minutos. Ambos moldes los tuve el mismo tiempo en el horno. Como conozco ya mi horno, puse el pequeño cerca de la puerta donde calienta un poco menos.
Sacar y esperar diez minutos antes de desmoldar el bizcocho grande sobre una rejilla donde lo dejaremos enfriar. Una vez fríos envolveremos ambos bizcochos en papel film transparente y guardaremos en la nevera hasta su utilización.
Para la elaboración de la crema de queso, la mantequilla tendrá que estar a temperatura ambiente. Si se os ha olvidado sacarla de la nevera, podéis trocearla y así se acelera el proceso.
Batir la mantequilla con el azúcar glasé hasta que la crema blanquee y quede cremosa. Bajar la crema que quede pegada a las paredes del bol con una espátula. Incorporar la pasta de frambuesa de
Home Chef y seguir batiendo. El queso cremoso
Philadelphia deberá estar frío y lo batiremos un poco con un cubierto antes de incorporarlo al bol. Batir a velocidad media hasta que se incorpore por completo.
Introducir la crema en una manga pastelera y dejarla en la nevera al menos una hora.
Elaborar el almíbar mezclando el agua con el azúcar y hervir cinco minutos. Incorporar el alcohol y y hervir unos segundos más. Retirar del fuego y dejar enfriar.
Abrir el bizcocho a cuchillo o con una lira. Para que cada disco coincida en su posición inicial al montar la tarta marcaremos los discos con unos palillos de los dientes.
Disponer un poco de azúcar glasé con agua (a modo de pegamento) en la base de nuestro tarta. Poner el primer disco encima y apretar un poco. El primer disco siempre será la parte superior de nuestra tarta, nivelada. Para ello eliminaremos con un cuchillo la panza que le haya salido al bizcocho durante el horneado. Estos restos irán a nuestra panza, lo más seguro, ja ja.
Impregnar cada disco de bizcocho con el almíbar usando una brocha. El orden será, bizcocho, almíbar, crema de queso con frambuesa, y de nuevo esta secuencia.
En el último disco no pondremos crema. Marcaremos el centro de la tarta y depositaremos la mini tarta que habremos elaborado de igual manera. Introduciremos un palillo largo que cortaremos a la altura del segundo piso. Esto evitará que la mini tarta se mueva. Podéis ver el palillo en la foto sobresaliendo un poco del bizcocho. Irá clavado en la base.
Ahora decoraremos nuestra tarta con la fruta, en este caso fresas. Pondremos una nuez de crema y encima las fresas partidas por la mitad.
Truco: podéis pasar las fresas por gelatina neutra tibia para que brillen y se mantengan más tiempo bonitas y frescas.
Que lo disfrutéis.