Plato para 15 personas/Preparación: 150 min

La famosa Sachertorte o tarta Sacher la probé durante un viaje de vacaciones a Viena. No me podí­a venir de aquella maravillosa ciudad sin probar unas cuantas de sus increibles tartas. Cada escaparate que veí­a me gustaba más que el anterior, esta ciudad es el paraí­so de los golosos.

Este viaje fue especial porque ya escribí­a en mi blog, y me atraí­a cada pastel, cada carne o cada pretzel que probaba y después fotografiaba. También fue especial porque no nos esperábamos mi marido y yo que en Austria nos iba ha hacer una media de 35ºC durante todo nuestro viaje. Fue uno de los veranos más calurosos por aquellas tierras.

Y yo que llevaba incluso rebecas por si hací­a fresco, ni una saqué de la maleta. Eso sí­, me harté de comer helados, madre mí­a, ¡que ricos!

Cuando visitamos el palacio Schí¶nbrunn, en la tienda de souvenirs, vi que tení­an una sección de libros de cocina, y allí­ que me puse a mirar. Escogí­ un libro pequeño con platos dulces y salados, del que hoy os traigo esta tarta Sacher.

La tarta Sacher fue creada por Franz Sacher, aprendiz de repostero del prí­ncipe Klemens Wenzel von Metternich, primer ministro del imperio austriaco, para agasajar a sus invitados. Su hijo y su nuera siguieron confeccionando aquella famosa tarta a la muerte de su creador. Hoy dí­a es una de las tartas más famosas.

Comenzamos por batir la mantequilla Ato en punto pomada con el azúcar glas hasta que blanquee. Añadir el azúcar avainillado Vahinè. Separar las claras de las yemas e ir añadiendo las yemas una a una a la mantequilla sin parar de batir a velocidad media.

Derretir el chocolate Nestlé postres en el microondas, esperar a que esté tibio e incorporar a la masa de mantequilla y huevos. 

Montar las claras a punto de nieve, cuando comiencen a blanquear ir añadiendo poco a poco el azúcar de  Azucarera. Yo he pasado el azúcar por el molinillo de café para asegurarme de que no queden granos en el merengue.

Añadir el merengue con movimientos envolventes a la masa de mantequilla y chocolate. 

Incorporar cuidadosamente la harina con la almendra molida para que no se baje la mezcla. Precalentar el horno a 170º C. 

Untar un molde de tarta circular con mantequilla y espolvorearlo con harina, desechar la sobrante. Verter la masa en el molde.

Hornear 10 minutos a 170º C y 40 minutos a 160º C. Para que la masa suba bien, impregnaremos las paredes del molde con la misma masa. El molde que yo he utilizado es de 24 cm de diámetro. Si usáis uno de mayor diámetro el tiempo de horneado dependerá de vuestro molde. Para saber cuando está hecho el bizcocho pincharemos con un palillo y si sale limpio, nuestro  bizcocho ya estará.

Cuando esté frí­o el bizcocho cortar la tarta por la mitad. Calentar la mermelada de albaricoque Hero y triturarla, separar la mitad y añadir dos cucharadas de agua a una mitad. Con este almí­bar ( usaremos la mitad) impregnaremos el interior del bizcocho. Rellenamos con la mermelada de albaricoque que tení­amos reservada (sin agua) y cerramos nuestra tarta. Terminamos almibarando con el almí­bar claro la tarta por fuera. Así­ nuestro bizcocho quedará más jugoso.

Para preparar el glaseado, hervimos en un cazo el azúcar con el cacao, el agua y la mantequilla, durante 4 minutos a fuego bajo. Yo lo herví­ en el número 5 de mi vitrocerámica.

Removemos con las varillas sin parar mientras se enfrí­a el glaseado de chocolate. Cuando esté tibio dejar caer el glaseado encima de la tarta procurando que quede impregnada por todos los lados. 

Esperar a que se afirme el glaseado antes de cortar las porciones de tarta. La tarta Sacher de suele acompañar de nata montada. Yo la he servido en este plato tan bonito de Maisons du Monde con fresas y nata montada, ¡de rechupete!

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