A este postre de textura cremosa y bastante dulce, el nombre le viene al pelo, pues es un manjar de dioses que disfrutamos en la tierra. Aprovechando que mi madre está en casa la he convencido para realizar este plato conmigo.
Hacemos un almíbar con el agua y 300 grs. de azúcar. El almíbar estará en su punto cuando, introduciendo dos cucharas al separarlas salga un hilo entre ellas de al menos 4 cm. Apartaremos el almíbar para que se enfríe.
Separamos las yemas de diez huevos y, además, se añaden dos huevos enteros, todo en un recipiente alto. Cuando el almíbar esté templado lo añadimos a las yemas y batimos sin formar espuma.
Se puede colar para evitar grumitos en el 'Tocino de Cielo'.
Ahora haremos un caramelo con 100 grs. de azúcar y 5 cucharadas de agua. Cuando esté moreno lo verteremos en el molde (caramelizará enseguida) y, rápidamente, lo extenderemos con una cuchara por todo el fondo.
Por último verteremos el líquido en el molde caramelizado y pondremos en el horno al baño María durante 20-25 minutos aproximadamente a 180º. Vigilaremos su cocción al final -dependiendo del molde tardará más o menos-. Yo he utilizado uno de 25 cm. de diámetro.
Tuve que poner candado a la nevera para que lo dejaran enfríar sin comérselo antes. Yo lo sirvo cortado en cuadraditos. Bueníííísimo!!!.
Y para rematar la faena, también os muestro las 'Sultanas' que hice con las claras de huevo que me sobraron. Monté las claras con 10 cucharadas de azúcar glas y 125 grs de coco rallado. Al horno unos 15 minutos y 150 º. De rechupete.
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